Los pacientes presentaron náuseas, vómitos, salivación excesiva y contracciones musculares involuntarias

El Hospital Regional Taiwán de en Azua informó que fueron atendidos en ese centro de salud 26 personas de nacionalidad haitiana, quienes llegaron este domingo con síntomas de intoxicación. Se trata de 24 adultos y dos menores de edad, en su mayoría hombres.

Según el centro asistencial, los pacientes mostraron signos compatibles con intoxicación por organofosforados, presentaron náuseas, vómitos, salivación excesiva y contracciones musculares involuntarias.

El director del hospital, doctor Luis Edward Pérez, explicó que de inmediato se administró tratamiento con atropina, solución salina y lavado gástrico. «Gracias a la rápida acción del equipo, todos están estables y en observación. Esperamos darles de alta en las próximas 24 horas».

El doctor Pérez destacó que la Emergencia cuenta con personal altamente preparado para estos casos, que ofreció la atención requerida, mientras las autoridades correspondientes investigan la causa de la intoxicación y sustancia responsable.

El hospital continúa monitoreando a los pacientes y garantiza la atención médica hasta su total recuperación.

Intoxicación por organofosforados

La intoxicación por organofosforados es un cuadro clínico producido por la inhibición irreversible de la acetilcolinesterasa y la acumulación de acetilcolina. Se debe al contacto cutáneo, inhalación o entrada por vía digestiva de pesticidas que contienen estos compuestos, por causa laboral, accidental o voluntaria.

La sintomatología puede aparecer a nivel digestivo (náuseas, vómitos, diarrea, cólicos, sialorrea), respiratorio (tos, disnea, broncoespasmo, insuficiencia respiratoria), neurológico (cefalea, mareo, miosis, convulsiones, coma), cardiovascular (taquicardia, bradicardia, hipotensión arterial), muscular (fasciculaciones) y cutáneo (sudoración, cianosis), en diferentes grados de gravedad, desde síntomas leves a lamuerte.

El diagnóstico se basa en la historia clínica, la exposición al tóxico, la sintomatología clínica, las exploraciones complementarias y la mejoría de los síntomas tras la administración de atropina. El tratamiento consiste en eliminar la mayor cantidad posible del tóxico, medidas de estabilización, incluido soporte respiratorio, así como tratamiento farmacológico, como atropina, oximas y fármacos neuroprotectores. 

La mortalidad oscila entre el 2 % y el 40 %, aunque la mayoría de los pacientes se recupera sin secuelas. La exposición a bajas dosis puedeproducir alteraciones en el neurodesarrollo en niños.

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