
Octubre 09/2025, Jueves de TBT – Jueves de Caridad
Por: Ing. Rafael A. Sánchez C.
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
— Mateo 8:32 (RV1960)
La República Dominicana avanza hacia un nuevo orden vial y urbano.
La reciente inauguración del Paso a Desnivel de Pintura, en su primera etapa junto a la Circunvalación de Baní, constituye una de las obras de infraestructura más trascendentes de los últimos años.
No se trata solo de cemento, acero y asfalto: se trata de visión de Estado, de planificación estratégica y de compromiso con el desarrollo sostenible de nuestra nación.
Durante más de una década, el sector comprendido entre Pintura y la 27 de Febrero fue un caos cotidiano, un nudo urbano que robaba tiempo, combustible y paciencia a miles de ciudadanos. Hoy, esa realidad cambia gracias a una gestión que ha hecho del orden, la movilidad y la eficiencia, una bandera nacional.
De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), esta obra reducirá en más de 60% los tiempos de traslado hacia el centro y el suroeste del país, beneficiando a más de 700 mil conductores cada mes.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que por cada dólar invertido en infraestructura vial eficiente, el retorno social puede superar los 3.5 dólares en productividad y competitividad urbana. Estos datos no son opiniones: son resultados medibles y verificables.
Sin lugar a dudas, esta ejecución consolida al presidente Luis Rodolfo Abinader Corona como un estadista práctico, moderno y reformador. Su liderazgo se distingue por obras que hablan, no por discursos que se disuelven.
Cuando un gobernante actúa con rapidez, planificación y estrategia, no solo mejora la movilidad: construye confianza, fortalece la institucionalidad y reafirma el valor de la gestión pública transparente.
Lo dijo Aristóteles: “La excelencia no es un acto, sino un hábito.”
Y en ese hábito de hacer lo correcto, se mide la verdadera dimensión del poder.
Desde Vallejuelo querido, nuestra sabiduría campesina lo resume así:
“Cuando el que manda trabaja con el alma, hasta la tierra se endereza sola.”
Este paso a desnivel no es solo una obra física: es una metáfora del progreso, un ejemplo de cómo los pueblos pueden elevarse sobre el caos cuando el liderazgo es genuino, y la intención, pura.
Con iniciativas como esta, el Gobierno no solo descongestiona calles: alivia el espíritu de una nación que merece ver reflejado en sus caminos el fruto de sus impuestos y su esperanza.
El llamado es claro: que el Presidente siga trabajando con este ímpetu, que fortalezca su gabinete con hombres y mujeres que compartan su pasión por servir y su respeto por la verdad.
Solo así se completa la ruta hacia la historia que trasciende el poder.
“El mérito pertenece a quien está en la arena, con el rostro cubierto de polvo, sudor y sangre, luchando por hacer las cosas mejor.”
— Theodore Roosevelt
Hoy, Presidente, el país le reconoce y lo anima: siga en esa dirección. Porque cuando la verdad guía la acción, la gestión se convierte en legado.
Escrito por: Ing. Rafael A. Sánchez C.
DIOS ES BUENAZO…!!!